lunes, 30 de enero de 2017

“Amantes de las tradiciones”.


chilpoIMG_5837.JPG
Foto de Edgar P. Miller
Yo soy de Chilpancingo no lo niego, aunque algunos de mis paisanos lo dudan. Así pues que como miembro del grupo algo de culpa debo tener también en lo que pasa. Pero negar que pasan cosa que no debieron pasar no es mi estilo, aceptar la culpa y estar dispuesto a corregir y mejorar es la disposición que deberíamos tener todos.
Voy a comentar sobre algo tan superfluo que podría seguir en lo oscuro, pero que pienso que refleja nuestra pereza para mejorar simulando que mejoramos.
Existen dos cosas para la que los de Chilpancingo se anotan sin pensar y es comer y beber. Desde luego para organizar fiestas también.
Se presume entre la población del tradicional y suculento platillo pozole verde, existe incluso un personaje local quien dice ser su creador. ¿Quién no ha invitado a sus amigos que llegan de fuera a comerlo?, así que empiezo.
Este platillo que menciono tiene como ingredientes principales:
  • Maíz pozolero.
  • Semilla de calabaza.
  • Carne de Marrano.
También otros ingredientes llamados guisos, no se porque le llaman así, si alguien sabe que lo comente:
  • Cebolla.
  • Orégano.
  • Chile
  • Aguacate
  • Chicharrón.


Pues bien a lo que quiero llegar. Resulta que de lo que contiene el platillo; o sea sus ingrediente ninguno se produce en Chilpancingo, ahora todos llegan de otras partes, incluso el marrano  que en ocasiones llega desde fuera del país. A pesar que en cifras del 2009 se decía que el 39 % de la población de Guerrero se dedica a la actividad agropecuaria.
Aunque todavía existen pequeños productores de maíz pozolero, de calabaza, cebolla, aguacate y chile en el estado, no siempre es suficiente para el consumo local y el necesario proviene de fuera. El orégano no sé si existan productores en el estado. Lo creadores de cerdos cada día son menos.
Se podrá argumentar falsamente que no existen las condiciones de suelo, agua y clima, se puede aceptar que la seguridad no permite dedicarse a la producción y también algunas regulaciones,  pero básicamente es porque resultó más fácil convertirse en empleado o profesionista que ser productor agropecuario. Pero eso sí, ¡cómo consumen pozole los empleados y profesionistas!.
Por lo que considero que somos consumidores de tradiciones y no forjadores de ellas.
Ya para terminar ¿en qué puede enorgullecernos una tradición que no promueve ni la producción de lo que se consume con ella?.



No hay comentarios:

Publicar un comentario