viernes, 6 de enero de 2017

De lo abominable a lo sublime.

Foto de Edgar P. Miller 



Chilpancingo es, me imagino que igual que otros lugares; espero que no muchos, uno de esos en donde las cosas van de lo excepcional a lo ruin según hacia donde se quiera mirar.

El otro día como cada mes fui a pagar el servicio de agua potable y alcantarillado, que ni es agua potable la que nos proporcionan ni existe alcantarillado en el lugar; pero lo pago. La oficina encargada emite recibos a través de un sistema de cómputo para este fin, documento seccionable en dos: uno para la emisora y otro para el obligado. Pues resulta que donde pagué; ese recibo no es suficiente; así es que emiten otro en un formato rellenable a mano para comprobar que pagué, repitiendo lo ya efectuado por el sistema mecanizado.¿?

Debe haber mucho dinero en el ayuntamiento para que se tire de esta manera.

Pero no todo es así en Chilpancingo, ese mismo día en la tarde, camino al trabajo, se estaba efectuando una increíble puesta de sol, de esas que lo iluminan y lo hacen sentir a uno en otra dimensión menos cáustica, en un momento sublime.

Lo que me mandó a recapacitar en la dualidad de la existencia.

Pero la realidad es otra, Chilpancingo sigue siendo el lugar donde día con día se oyen balaceras, se sabe de amigos mancillados y de acciones oficiales que no pasan de mirar y oír a los políticos mover la lengua como carros en las quinientas de Indianápolis.

No tienen ni idea de como resolver, ni tienen al parecer intención de inmiscuirse siquiera en la seguridad, ni en otros asuntos iguales de importantes, se la pasan buscando la manera de criminalizar a la población productiva para esquilmar lo poco que les queda con multas y sanciones a través de disposiciones impositivas y persecutorias. Desde luego utilizando la “ley”, con multas y recargos para fastidiarlos. El crimen no importa ese puede esperar y prosperar.

Así pues que mirar para el lado conveniente ha sido la elección de la población, prefiere mutis y chitón que seguir a los “rijosos” manifestantes. Preferible criminalizar a la víctima que reclama justicia.

Así pues que mirar para el cielo y vivir en las nubes ha sido la elección también de muchos, incluyendo algunos funcionarios del gobierno.














EDGAR P. MILLER·WEDNESDAY, JANUARY 6, 2016 en face.

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