sábado, 6 de mayo de 2017

Si me matan.


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Desde que yo era muy pequeño pero que ya tenía consciencia de lo que escuchaba, oía decir a quienes estaban en el poder, que la vida de las personas estaba ante todo, que la vida de ellas no tenía precio, que    …bla, bla ,bla
Cada que salía una innovación tecnológica se usaba el eslogan de que era para mejorar la vida.
Quienes salían en defensa de la medicina, decía que gracias a ella la vida tenía más posibilidades.
Ya ni decir todos los argumentos para la vida de las personas incluidos en la generación de nuevas leyes.
¿Pero qué es lo que vivimos ahora? ¿Qué percepción del valor de la vida tenemos?
Que la vida no vale nada, vivimos en el León, Guanajuato de la canción.
El turismo, la minería y las reformas estructurales; aquí, son mucho más valiosas que la vida de un hombre, mucho más que la de una mujer; mientras que  los niños no valen nada.
Oír hablar, a los representantes del gobierno: desde el gobernador hasta el de menor jerarquía, como ningunean a las víctimas que resultan por la explotación de minas, por los asesinatos de los ejércitos disfrazados de narcos y los disfrazados de soldados como defensores de la soberanía, da rabia, destruye toda la posibilidad de esperar algo bueno de un gobierno.
Imponer reformas, construir una obra suntuaria, abrir o explotar una mina  vale más que cualquier ser vivo; incluyendo al humano.
Matar mujeres se ha vuelto el deporte favorito, los que gobiernan en lugar de acudir a defenderlas, las criminalizan, las ignoran e impiden que existan leyes y autoridades que las protejan. Son materia de uso de misóginos aliados a los gobernantes. Incluso las mujeres que están con los del poder se prestan a este asunto.
Esta alianza se deduce en la actitud que toman ante cualquier asesinato, violación secuestro o explotación que sufren ellas. No disminuye, incluso aumenta con más crudeza y mayor indolencia. Sade, el marqués, se espantaría de lo que sucede ahora.
Los gobernantes, en la televisión, riendo como si nada pasara, optimista diría un maestro de superación personal, cínicos criminales, decimos quienes vivimos el terror del que ellos son causa, motivo y razón. Enriquecerse antes que respetar la vida.
Los grupos vulnerables tienen en las redes sociales la esperanza para lograr organizarse, es el espacio de libre expresión para pedir apoyo y dar a conocer como son victimados.
Únanse al reclamo, compartan la información que circulan y conmuévanse con su desesperanza, hagamos que se mire que no están solos y que se puede llegar a lograr que la  ley los proteja y la justicia los cobije, que no sean las palabras huecas de los gobernantes su única respuesta.


#Simematan dirán que me lo merecía.

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