jueves, 30 de diciembre de 2010

Tecnología caprichosa.


La historia de la tecnología es caprichosa, hace muchos años, antes de que apareciera el telégrafo o cuando todavía no llegaba a ser lo que fue, las personas también tenían necesidad de comunicarse a larga distancia. Curiosamente el medio que utilizaban nuestros ancestros es parecido al actual celular, por lo menos en que los dos son inalámbricos. El medio al que me refiero son las palomas, pero no crean que el explosivo aquel que se utiliza para llamar a fiestas o aquella combinación de tequila con refresco de toronja ni la cantante ni la actriz; me refiero a la paloma mensajera esa ave que vuela y hace cucurrú como la canción ranchera aquella tan famosa que solía cantar Lola Beltrán.

Un día que divagaba al respecto se me ocurrió pensar en que qué hubiera pasado si la ciencia hubiera caminado en el sentido de  este uso de comunicarse con palomas. Habría sido quizás como sucedió con otros animales, la ciencia de mejoramiento de especies hubiera logrado hacer una paloma tan pequeña y poderosa que pudiera portar el mensaje; además podrían volar con él distancias enormes. Me imagino en la actualidad a la paloma mensajera siendo utilizada por casi toda la población para comunicarse. Traerían una jaulita portátil asida al cinturón del pantalón; en el caso de los hombres o al bolso en relación a las mujeres, en la jaulita  traerían unas cuantas mensajeras para sus necesidades de comunicación. Las habría de colores diferentes con estuchito brillante u opaco con copete y sin copete, con cántico de canario o cenzontle o incluso de cuervo. Todo mundo comunicándose a través de este  magnifico animal modificado;  la paloma, pichón o cucuchita. No tendríamos que ser interrumpidos por el fastidioso ring o el zumbido o aquella la musiquita fresa o la banda; o por cualquier jingle anunciando una llamada. Todos estaríamos comunicándonos en silencio, escuchando el suave aleteo de los pichones. Eso sí nos llovería mierda todo el día.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Daño



Cuando miro a un criminal, me pregunto: ¿realmente este hombre que también fue un niño, pequeño e indefenso, puede ser lo malo que dicen que es?

No existe una respuesta justa, casi cualquiera tiene influencias morales, políticas y culturales. Yo por lo pronto puedo decir que un criminal realmente es un individuo que toda su vida sufrió y terminará sufriendo y no importa cuanto daño haga o cuanto castigo reciba siempre será una víctima de la sociedad en la que vive. Desde que existe la historia; han existido criminales. Siempre estos lo son desde el punto de vista de la sociedad que resulta afectada por ellos o desde el punto de vista de aquellos cuya política o ideología está en contra de aquella al que el criminal pertenece. No existe una sola definición que enclaustre con perfección al criminal. Porque resulta ser que un criminal puede ser para otros héroe.

Incluso dentro de una misma sociedad los criminales tienen diferente acepción en función de la utilidad que las acciones de éste da a la comunidad y así resulta que ahora aquel que lucha por sus ideales o en contra de su explotación es terrorista, aquellos que en el pasado lo hicieron para obtener la independencia, o para derrocar al dictador son héroe.

En las historias llevadas al cine o a la televisión resulta lo mismo, y podemos ver que un individuo que mata, tortura, roba y destruye puede ser criminal o héroe dependiendo del bando por el cual lo haga.

¿Entonces como podemos evitar que los individuos no sean decentes; sí la misma cultura les permite ser criminales sólo siendo del bando correcto?

domingo, 5 de diciembre de 2010

La TDS y el HC.

Casualmente en el empaque de periódico que traía la mercancía que llegó a mi negocio venía un artículo del Sr. Jesús Silva-Herzog Márquez;”Tecnología y Populismo”, con información que me pareció aclaratoria y descriptiva del comportamiento humano de esta época. Utiliza dos conceptos interesantes, el primero: algo que él llama tecnología del solipsismo y otro el hombre-cápsula, ignoro si él es el primero en utilizarlos pero si es la primera vez que veo utilizarlos, sobretodo tan bien aplicados, inmediatamente comprendí qué intentaba revelar. No me gustó que se refiriera solamente al electorado de Estados Unidos ya que este comportamiento es aplicable al resto del mundo. La tecnología no es la culpable, el humano tiene en sus manos más información que nunca y como un niño con muchos juguetes no sabe como jugarlos. A lo mejor después sepa y mejoren las cosas. Por lo pronto, quienes se han adaptado, algunos se están aprovechando de la confusión de los que no la comprenden y otros están mejorando su acervo cultural para comprender su entorno.


De todas maneras está muy bien; aunque él no necesita paleros, desde luego.

jueves, 2 de diciembre de 2010

economía calavera.



Se me ocurrió una idea en cuanto a como explicar el proceso económico global. Se los platicaré.

Vamos a suponer que un inversionista extranjero pone una planta para fabricar calaveritas de azúcar aquí en México, de esas calaveritas que todos conocemos y que son tan populares durante el festejo del día del muerto. Este inversionista consigue un crédito de Nacional Financiera y pone su planta automatizada de fabricación de calaveritas, comercio, la secretaría, le ayuda a vender, a través de los bancos ya no mexicanos pero en México, en todas las posibles plazas del mundo. Se obtiene mucho éxito y por lo mismo su producción no basta, entonces, deciden aumentarla, pero para esto requiere más azúcar; acaparando, primero, la producción nacional, respaldado por el gobierno ya que esta empresa da empleos y progreso económico a México, los mexicanos dejamos de utilizar azúcar y debemos usar sustitutos o no usar nada. Sigue en aumento las ventas del inversionista de las calaveras y por lo mismo requiere de más azúcar, el gobierno a través de recursos agrícola, la secretaría, crea un programa de incentivos para que los agricultores se queden en sus tierras sembrando caña de azúcar y remolacha, los demás campesinos dejan de sembrar otros cultivos para sembrar caña de azúcar y remolacha que en estos momentos es la mejor opción de ingresos, todos quieren entrar en el bum económico y talan bosques y selvas para sembrar caña de azúcar, el empresario de las calaveritas sigue mejorando y como la producción de azúcar local no es suficiente decide importarla de otras parte haciendo que al igual que en México otros países se dediquen al cultivo de la caña de azúcar. Bien ahora a nivel internacional el azúcar es la principal materia industrial y todas las economías del mundo luchan por el control del mercado, un país de África decide que comprar calaveritas no es conveniente porque no sirven para bendita la cosa y sierra su frontera a dicho producto, los grandes distribuidores internacionales se molestan y hacen una campaña internacional para desprestigiar dicho país, apoyadas por los grandes medios masivos, declaran cuna del terrorismo al país africano, Cuba lo defiende, a nadie le interesa; porque sale sólo una vez en los medios el portavoz de Cuba. Temeroso, el gobierno de México, por los posibles ataques de esos terrorista invade el país africano apoyado por Guatemala y Belice; logrando imponer un gobierno de paz y libertades además democrático y amante de las calaveritas de azúcar.

Después de unos años de exitoso comercio global, las calaveritas dejan de interesar a la población mundial, a pesar de campañas publicitarias internacionales con los mejores artistas del momento promoviendo lo bueno y “nice” que es tener una calaverita de cada tamaño y de regalarlas el día de los muertos y también cuando alguien se muera para endulzarles la vida, más bien dicho la muerte, a los deudos.

No teniendo a quien vender calaveritas, el empresario extranjero: desmantela sus empresas, saca su dinero de México y lo mete a la bolsa de valores de China, se desploma la agricultura en México y la industria azucarera, los campesinos huyen de la miseria en embarcaciones construidas con bagazo de caña, rumbo a China para conseguir trabajo, de lo que sea, incluso envasando fetos para comida exótica, el gobierno de México entra en su diezmilésima crisis económica y el presidente en turno propone crear un fondo del desastre azucarero apoyado con los excedentes del petróleo y destinando todo los fondos del Banco de México a comprar las calaveritas que pueda como último intento de salvar la economía nacional, declara enemigos de la nación a todos los agricultores que huyen del país y exige que vuelva a sembrarse azúcar, se emiten bonos del azúcar para apoyar todo proyecto que mejore la situación de las calaveritas.

El 16 de septiembre todos unidos gritamos:

Viva México.
Mientras, el vicario de la Villa descubre el monumento a las calaveritas.