viernes, 28 de diciembre de 2012

En XEUAG el 10 de diciembre del 2012





Programa del lunes 10 de diciembre del 2012.


En la red:

·      Internet, como investigar.
·      ¿Alimentos peligrosos?
·      Todo bonito.
·      ¿Qué con la leche?
·      Buen negocio.

viernes, 21 de diciembre de 2012

Entenderse y comunicarse.

CENSURADO por Stefano Laboragine - laboratorio "Mixto
Terminar un marco significa que aparecen en un esplendor siempre inmutable, puro y duro como la verdad, todos los shows que revela o sugiere al final, en las intenciones, procesos, etc, para su elaboración. Hacer que el proceso de pintura transparente a la luz de la mente. Dejar absolutamente claro el proceso de investigación, este crecimiento, esta intención falsa y dolosa de la técnica, con el fin de aclarar estos grados, y las capas de ejercicio hacia la luz, hacia la liberación. ¿Es una pintura de una escala de conquista, donde el poder del estilo de la pena como viático, y los rastros del brillo trabajo como talismanes.


En la teoría de las comunicaciones, se hace pie en la importancia de la fidelidad del mensaje para lograr una buena comunicación, para conseguirlo se agrega información redundante en él, de manera que con esta información repetida se logre la pureza del mensaje y alcanzar que la comunicación sea una realidad. También es importante el protocolo de comunicación de manera que tanto la fuente como el receptor sepan de qué se trata cuando se está comunicando.
 Con la llegada de la era digital  los mensajes se codifican para ser enviados de ese modo, también se le agregan bits de detección y corrección de error con el fin de obtener un mensaje completo y fidedigno que hará la comunicación sin fallas.
Cuando hablamos entre individuos, utilizando nuestros sentidos natos y la lengua propia, la teoría no cambia, el lenguaje que usamos tiene reglas importantes que permiten expresar y entender lo que se dice y escucha. La era moderna; época de libertades mal entendidas, está violando esta regla. Sucede que cada quien habla según entiende; o quiere cambiar el lenguaje, con la consecuencia de que el mensaje no siempre cumple la función de comunicar, no es lo mismo entender que comunicar, así resulta que quienes no conocen correctamente las reglas del lenguaje lo utilizan mal, los que pretenden mejorarlo lo empeoran y quien lo hace correctamente no es entendido porque los demás desconocen la manera correcta de hacerlo.
Así es que poco a poco estamos moviéndonos hacia la mítica Torre de Babel, donde nadie se entendió, ni se comunicó; terminando  siendo un fracaso la obra.
Innovar no necesariamente significa destruir lo existente, más bien quiere decir mejorarlo, con cambios que no vulneren la esencia del sistema y permita seguir comunicándonos, curiosamente somos los únicos seres vivos que lo hacemos o sea esto de comunicarnos.

Cuando se comienza una conversación en donde todos hablan el mismo idioma, llega a suceder que aunque todos supuestamente entienden lo que cada uno de los interlocutores dice, a medida que transcurre la conversación empiezan a discrepar; o sea, no existe la comunicación, resultando que el que quería comunicar algo no logra su objetivo, provocado porque cada quien entendió de acuerdo a su universo cognoscitivo del lenguaje. Cada quien entiende con el significado de cada palabra regionalizado, o cambiado por costumbres nocivas  del idioma, donde llega haber casos, que la misma palabra significa lo contrario.
 

lunes, 17 de diciembre de 2012

El Arco.



" Artemis " 24" x 36" oil on panel © 2007 Donato Giancola private collection 

_¿Mamá no tienes una escoba vieja que no te sirva?
_¿Qué quieres?
_Una escoba.
_¿Ahora tú, vas a barrer?
_No, ¡ah! qué estoy jugando, quiero el palo de una escoba.
_Deja ver.
Suspende la mamá lo que hace, caminando fastidiada, va a donde están las escobas y encuentra una ya gastada e inútil; mira, aquí tienes, ahora ya vete a seguir jugando para que yo pueda terminar de hacer la comida.
No mamá, pero de éstas no quiero; de las de otate, ¿qué no sabes?
De esas de otate no tengo yo no compro escobas de esas.
Se voltea Pepe y regresa con sus cuates para decirles que no consiguió el palo, se mueven todos y así de casa en casa hasta que cada quien consigue su palo de otate, ya con él, van por el viejo machete y empiezan a partir los otates, el proceso: aunque parece sencillo, para los chamacos de diez años, se vuelve una hazaña monumental, más si consideramos que el machete mohoso ni filo tenía, pero eso no fue suficiente freno para que los jóvenes entusiasmados iniciaran a construir su arco.
Pararon el otate, que no era otra cosa que un palo como de un metro veinte centímetros de largo y dos centímetros de diámetro, de un tipo de carrizo duro y flexible como el bambú pero no es hueco como el tallo de  esa gramínea tan útil,  éste es sólido con el brillo de la superficie y los nudos característicos de esté tipo de plantas, posteriormente le pusieron el machete tanteando partirlo a la mitad, ya puesto en posición, con una piedra iniciaron a golpear, lo que ocasionó que el otate se rajara a lo largo dejando dos piezas una de mayor grueso que la otra la cual se escogió para el arco; así, todos le siguieron al primero con la misma técnica hasta que cada quien tuvo su pedazo.
Después empezaron hacerle unos surcos en cada extremo, a la mitad que escogieron, a manera de canal de retención para la cuerda del arco, con los hilos de los costales de alimento del ganado que previamente habían obtenido en la Hacienda, trenzaron varios hilos y con cera de Campeche lo untaron para darle mayor fortaleza, de esa manera fueron cada uno haciendo la cuerda para su arco.
Poner la cuerda fue algo que ninguno pudo en ese momento, sólo se miraron unos a otros, ya que requería de mucha fuerza para poder doblar el palo y que la cuerda quedara tensada. Así que decidieron pedir ayuda a una persona adulta, quien lo hizo, con suerte de que vieron la técnica y después ellos mismo lo concibieron. Más vale maña que fuerza, el arco sirve de palanca para doblarse así mismo con ayuda de un pie y la rodilla de la pierna contraria. Bien, ya estaban los arcos.
Sí, ¿y que vamos a tirar? dijo uno de ellos, no tenemos flechas. Pues con los pedazos de otate sobrante y el viejo machete empezaron hacer flechas, a éstas se les amarraba una pluma de gallina de un lado y se le doblaba, sobre el otate, una corcholata en el otro extremo, se le hacía una pequeña rajadita del lado de la pluma para meter la cuerda; y ahora sí, a tirar con los arcos. Caramba que día, se cansaron de tirar flechas y después ir a recogerla, a todo lo que se movía le tiraban con pésima puntería pero como se divertían, proponían concursos para ver quien la mandaba más alto. Entre bromas, gritos y carreras anocheció. Después llegando, al día siguiente, de la escuela, a seguirle hasta que se gastaron los arcos y los ánimos después se invento otro juego, así pasaban los años de infancia.
Aquí en Chilpancingo y sus alrededores, este material el otate se utilizaba para construcciones típicas de bajareque, camas, guacales, bastones y muchas otras cosas que no recuerdo. Ahora tiene tiempo que no lo he visto, ni siquiera como palo de escoba.  

fotoğrafçı DEN-SAU-PIN

    

domingo, 16 de diciembre de 2012

Despilfarro.




En 1968 fuí a la ciudad de México a estudiar, justo después de la matanza de Tlatelolco, la del famoso: “dos de octubre no se olvida”. Precisamente fue en ese año que llegué a la gran ciudad para realizar los exámenes de admisión. Fueron  muchos aspirantes los que reprobaron, pero no fue mi caso. De todos modos, entonces, ya existía la corrupción educativa por lo que muchos entraban a través de recomendaciones u otro mecanismo. También ya se iniciaba la segregación educativa, con el pretexto, según de quienes manejaban la educación, para que estudiaran únicamente los mejores ¿?
Yo pasé con buen promedio el examen, como dije, sin embargo si esto de los exámenes hubiera sido el mecanismo de seleccionar a los alumnos en todas las escuelas, realmente yo no hubiera llegado ni siquiera a la secundaria.
Fíjense que cuando terminé la primaria lo hice como pésimo alumno; incluso mi padre pagó a una maestra para que me adelantara un poco dándome clases en privado. Al terminar la primaria, participé en un examen prueba para una secundaria agropecuaria y fui de los que lo reprobaron estrepitosamente, por suerte mis padres, entonces, decidieron que un reposo del sistema educativo mexicano, sería bueno para mi, así fue que me tomé tres años, eso me sirvió para regresar con suficiente carácter para soportarlo otros diez años más.
Curiosamente, cuando me presenté al examen de admisión de la secundaría fui el tercer mejor promedio; pero, aún así, no me aceptaron. Porque según decían, el reglamento no permitía a hombres mayores de doce años.   Así es que tuve que probar suerte en otra secundaría donde no estuvieran bajo ese reglamento.
 Terminé la educación profesional, pero siempre he pensado que pudimos ser mucho mejores profesionales si el sistema educativo hubiera sido otro.

Cada individuo aprende de diferente manera y el sistema educativo enseña de una sola manera, puede que sea muy buena para algunos pero definitivamente no lo es para todos.
Si quienes gobiernan realmente quisieran que la población fuera preparada, la educación sería muy diferente. Pero más bien, pienso, que la intención es mantener a la población en una situación mediocre y con la conciencia de que somos de menor calidad que los individuos de otros lugares. Incluso los medios masivos de información, al parecer, refuerzan esta intención. Resaltando nuestros defectos haciéndolos ver como meritorios e intentando siempre convencernos de que ser mejores no es para nuestra idiosincrasia. Mostrando, cómo los mejores en todas las actividades principales de la ciencia, economía, el arte y el deporte siempre son personajes traídos de otra parte. Cuando algún mexicano triunfa, sólo lo mencionan como casualidad en la noticia del día, sin resaltarla considerablemente. Posteriormente nunca lo mencionan, a diferencia de los de otros países que los mencionan rutinariamente como publicitándolos.
El gobierno nos muestra su desprecio, desairando lo fabricado o inventado en México, trayendo la solución de otra parte para la infraestructura de la nación, nunca promueve la superación, solamente simula que lo hace. El presupuesto en desarrollo, ciencia, educación, tecnología se lo gasta comprando insumos traídos del extranjero, no invirtiendo directamente para el propósito de mejorar.
Se oirá, como con bombo y platillo anuncia las miles de computadoras que regalan a estudiantes aplicados. Obviamente esas computadoras coreanas, chinas, europeas o gringas  son los gastos en fomentar la tecnología. Así sexenio tras sexenio, México va siendo más dependiente del extranjero.



jueves, 13 de diciembre de 2012

Una vida llena de sorpresas.




Realmente las personas como yo, son como aquel forastero que por causa ajena a su voluntad termina en la amazonia, y para salir de ahí tiene que cruzar el humedal. Abandonado en ese lugar, voltea para uno y otro lado y no le queda otra que meterse al agua y avanzar entre pirañas, cocodrilos y sanguijuelas; alguna anaconda enorme aparecerá de vez en cuando. Después de sortearla, seguirá caminando hasta llegar a la posible orilla salvadora; para encontrase en el otro lado entumido y húmedo, entonces con la novedad, de que en ese otro lado están los jaguares y los dardos envenenados que le lanzan los nativos de alguna tribu de aborígenes esperándolo para finiquitarlo.
Exhausto, sacando fuerza, de sabrá que parte de su agotado cuerpo, logra esquivar la adversidad, se sienta en un pedazo de tierra con playa de arenisca seca y se pone a escribir animosamente un poema, con un trozo de rama sobre la misma arena, mientras decide el siguiente paso a seguir. Su vida en ese lugar pasará de una aventura a otra, siendo de esa manera  su existencia hasta que la bella catrina se cruce en su camino, coquetamente lo coge del brazo para llevarlo a donde no existe retorno ni sufrimientos; al universo de la materia y la energía donde todos son lo mismo.

martes, 11 de diciembre de 2012

El carro de baleros.



Con tan solo diez años, sin más aspiraciones que seguir jugando ese día, ya había conseguido las ruedas, éstas solamente eran unos cojinetes dañados que había ido a pedir a un taller mecánico, aún dañados rodaban y lo hacían de manera magnífica para el uso que después les daría Nico. Junto a su casa había un taller donde hacían molduras de madera, y lo que sobraba eran pedazos del material, una montaña de aserrín y trozos de madera eran parte del paisaje de su entorno. Escogió dos pequeños listones de no más de cuarenta centímetros y con el machete desafilado que consiguió en su casa empezó a sacarle punta a cada extremo de la madera para insertar los cojinetes, ya con los baleros[1] puestos servirían de ejes de rodamiento  para una caja en la que se deslizarían él y sus amigos en la banqueta recién terminada de la nueva cuadra. Puestos los cojinetes, unió con unos clavos mohosos uno de los listones a la caja de madera vieja, de esas que antes se utilizaban para mandar mercancías de un lugar a otro, al otro listón le puso en cada extremo unas armellas que se chilapeó[2] de una reja abandonada en donde supuestamente ponían el candado, el cual ya tenía muchos días que se habían robado otros, de las armellas ató una cuerda de ixtle que eran muy usadas, entonces, para amarrar cualquier cosas que lo requiriera, ya estaba el eje delantero armado, solamente faltaba ensamblarlo al resto del vehiculo, para lograrlo inició a perforar el centro del listón con una piedra puntiaguda, para atravesar por el agujero un gran perno que trasroscado se lo regalaron en el mismo taller de los cojinetes, este perno serviría para que el eje delantero pudiera tener la doble función de rodamiento y volante. La tuerca no enroscaba, pero no era una preocupación ya que solamente se pondría una vez y para lograrlo le puso la tuerca hasta donde enroscó y con una gran piedra se terminó de ensartar. Se le notó una magnífica sonrisa entre los labios resecos por el sol, sus blancos y completos dientes mostraban una expresión de orgullo y felicidad infinita, algunas gotas de sudor rodaban por su frente que solamente se las embarró con sus manos sucias manchando su rostro claro, pero dorado por el constante asoleado que le daba el jugar al aire libre.
Vamos, dijo a los demás que se la habían pasado viéndolo entusiasmados mientras terminaba el carro de baleros con el que estarían jugando por días hasta que otra cosa le llamara más la atención, entre caídas y risas, entre pleitos, de por quien volvería a dejarse rodar por la banqueta y quien lo acompañaría para darle mayor peso y correr más rápido, llegaba la hora de comer, después la de dormir y saliendo de la escuela otra vez a deslizarle, nada importaba más que rodarse una y otra vez en el gran vehiculo de baleros. 
Un video sobre ese tipo de carros:
https://www.facebook.com/1047154371991426/videos/1926572080716313/


[2] Robó.

viernes, 7 de diciembre de 2012

A qué las masas.



Collage de fotos de la red. por Edgar P. Miller.


Ya los psicólogos S. Freud y Gustavo Le Bon, se tomaron la molestia en estudiar a las masas exhaustivamente, posteriormente usando la psicología moderna otros también lo hicieron y el resultado no es muy diferente. Sus estudios se han utilizado para la publicidad y la manipulación de muchedumbres a través de los medios,  También algunos gobernantes conociendo el comportamiento de las multitudes, a través de esos estudios, provocan desmanes infiltrando elementos en ellas para azuzarlas con el fin de culparlas y posteriormente reprenderlas e incluso apresarlas, para  tener control sobre la población disidente atemorizadas de que les suceda lo mismo.
En los sucesos el primero de diciembre del 2012  se podrá tomar la posición que convenga a los intereses particulares de cada quien, pero quienes estamos fuera del mitote, pero no ajenos, también somos masas controladas por los medios, estos nos hacen actuar como animales sin control ante lo sucedido, culpando a quienes los medios digan.
Siendo crítico, podemos deducir que quienes hicieron los desmanes fue una minoría ubicada en las filas de quien usted desee o crea, indistintamente del culpable que los azuzó, aquí en este día lo importante es tener el recuerdo de que las mayorías no quieren a Peña Nieto y salvo los policías no tuvo a nadie a su favor. México está en contra de él, quizás existan algunos ciudadanos que no les importe que sea su gobernante, pero no lo quieren, ya que no salen a defenderlo.
Ahora queramos o no, él gobernará el país durante los siguientes seis años, salvo que el pueblo mexicano tenga un as dentro de la manga parar derrocarlo.
Quisiera pensar bien y considerar que lo que sucedió el primero de diciembre haya servido para mandar un mensaje a Peña e intente gobernar, al menos, modestamente en beneficio de las mayoría, caso contrario tendremos otros terribles seis años y él pasará a la historia como otro espurio, al igual que le sucedió a Calderón.