viernes, 9 de marzo de 2018

No robarás , un camino escabroso.



Foto de #EdgarPMiller

En el Antiguo Testamento en LEVÍTICO capítulo 19 pág. 206 dice:

11. No hurtaréis, ni engañaréis ni mentiréis a vuestro prójimo.

13. No oprimirás a tu prójimo ni le robarás. No retendrás el salario del jornalero en tu casa hasta la mañana.

16 No andarás chismeando entre tu pueblo. No atentarás contra la vida de tu prójimo. Yo Jehová.


Ese testamento fue escrito en su parte más antigua en el 750 AC. Así pues podemos considerar que desde entonces está documentado que ya existían ladrones mirados como algo indebido.

Pero en el mismo libro considera tan malo robar como matar, lo que nos muestra que robar no es algo que debiéramos tomar a la ligera. Es un acto que causa el mismo dolor en las víctimas que el de la posibilidad inmediata de perder la vida.

Sin embargo ya ha pasado mucho tiempo desde entonces, se han puesto castigos al robo, algunos hasta bárbaros como cortarles las manos. Los linchamientos se han sucedido en la historia sobre de ellos, como colgar en caliente al ladrón de caballos en el viejo oeste Americano o como en México los han baleado al instante que cometen su fechoría en una urban.

La literatura adoptó el hurto como tema central y en ella surgieron héroes ladrones: Hermes, Robin Hood, los 40 de Ali Baba, Chucho el roto, Martín Garatuza y Los Bandidos de Río Frío entre multitud de otros desde que se escriben libros.

Después mejoramos en tecnología pero no en honradez, surgen Billy the Kid, Butch Cassidy en el cine y Fantomas en las historietas al igual que los Chicos Malos de Disney y Lex Luthor de Jerry Siegel y Lupin III de Kazuhiko Kato.

Después mejora la ciencia pero los ladrones perduran como héroes, surge Ladrón sin destino y Las reglas del juego en la televisión.

Pero al igual que cuando uno lee a Homero, vemos un folletito de Fantomas o la película de Butch Cassidy nos divertimos, pero igual, no quisiéramos que godzilla o el tiranosaurio de Parque Jurásico llegare a nuestra casa.

En México un gran ladrón, Pancho Villa (José Doroteo Arango Arámbula) terminó siendo un gran héroe. Podría uno hasta pensar mal; y considerar que como también en la historia los gobernantes se han mirado como atracadores y opresores, ellos mismo se inmortalizan encumbrando ladrones en la literatura del tiempo, permitiendo a modo de fantasía el hurto. Muchos tiranos iniciaron su ascenso al poder cometiendo ilícitos, incluso algunos gobernantes que no fueron tan tiranos para solventar su levantamiento hurtaron..

Pero robar no es actividad exclusiva de los humanos, existen otras especies que tienen esa mala costumbre, por ejemplo el cucus un ave del norte de áfrica le da por adueñarse del nido de otras especies; más bien, va más allá, pone su huevo en un nido ajeno y deja que las otras aves se encarguen de la manutención de la cría no propia; incluso la falsa tira los otros huevos o devora a las crías que nacen. Algo parecido hacen las hormigas Polyergus rufescens las cuales atacan un hormiguero de otra especie matan a la reina y ponen a la propia; la misma que será cuidad, y criada su descendencia por las del hormiguero allanado.

El México actual es el paraíso del atracador, existe un boom del ladrón, ahora son elites glamurosa, los pillos hasta gobiernan viven como reyes sin pena ni vergüenza que los ofusque.

Por lo mismo son ejemplo y muchos desean imitarlos; ya nadie puede con seguridad tener propiedades, mucho menos dedicarse a una actividad productiva; ya ni siquiera el mismo ladrón. Pronto, México será la isla de los piratas. Seremos puros pillos atracando entre nosotros.


Castigar ladrones al parecer no es la solución. Por otra parte, aunque existe debate en cuanto a que sí es o no la pobreza la que provoca el hábito de robar, sí prolifera la actividad más cuando existe crisis económica en algún lugar. Pero aquí en México resulta que quienes tienen más riqueza también se dan sus mañas para robar.


Debe haber una solución, o tal vez no, de ahí que existe después de tantos siglos. Al igual que la pobreza, tal vez nacieron juntas y serán llevadas a la tumba también así. Es desilusionante, vergonzante y triste que, dos simples cosas que ofenden a todos, aquel ser que se cree rey de la creación no haya podido erradicar.



Para vivir existen tres métodos: mendigar, robar o realizar algo.

(Conde de Mirabeau)

 https://g0lg0ri0.blogspot.mx/2018/03/no-robaras-un-camino-escabroso.html


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